140 referentes sudamericanos se preguntaron cómo vivir la fe en tiempos de crisis climática y cómo la diaconía puede convertirse en una práctica concreta de justicia ecológica y social.
Hora de Obrar reunió a referentes comunitarios de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay en la octava edición de la Consulta Internacional de la Pastoral para el Cuidado de la Creación en Eldorado Misiones.
Fe que transforma: “¿Vivimos la fe en sintonía con lo que Jesús esperaría de nosotros y nosotras?”
El pastor Jorge Weishein abrió la consulta con una reflexión que entrelazó teología, ética y medioambiente. Bajo el título “El arte de vivir con fe sin saber con fe en qué”, invitó a cuestionar las bases de nuestra relación con el planeta y con los otros seres que lo habitan.
“¿Vivimos la fe en sintonía con lo que Jesús esperaría de nosotros y nosotras?”, preguntó al iniciar, planteando un desafío espiritual frente al antropocentrismo que ha puesto al ser humano como dueño del mundo.


“La tierra no es una propiedad, es una hermana que gime. No debemos vivir de ella, sino con ella”, expresó Weishein, quien instó a mirar la creación no como un recurso, sino como una comunidad viva donde Dios se manifiesta.
El pastor relacionó la fe con la justicia climática y de género, recordando que ambas son expresiones de un mismo llamado: reparar las relaciones rotas entre personas, pueblos y naturaleza. “La vida plena que Dios promete no es solo para la humanidad, sino para todos los seres de la tierra”, subrayó.
Comunidades que cuidan y siembran futuro
Tras la reflexión inicial, se compartieron experiencias inspiradoras de comunidades de fe que viven la ecodiaconía en sus comunidades.
La Congregación Evangélica de Montecarlo presentó su proyecto de vivero comunitario, donde jóvenes, confirmandos y familias producen hortalizas y árboles nativos para chacras y espacios públicos. “Nosotros esto lo hicimos pensando no solo en nosotros, sino en fortalecer a toda la IERP y animar a otras comunidades a replicar el proyecto”, explicó Doris Bishoff, ingeniera forestal y directora del INTA en la región.

“Queremos rescatar los saberes de la tercera edad sobre el cuidado de la tierra, y vincularlos con sus nietos. Creemos firmemente que si enseñamos a los chicos desde pequeños, ellos cuidarán la naturaleza de grandes”, agregó.
En Entre Ríos, el grupo Caraguatá compartió su experiencia de transición agroecológica: “Desde 2021, unas quince familias nos reunimos alrededor de la mesa a conversar sobre nuestros procesos productivos. Empezamos a ver cómo vuelven los escarabajos, cómo el suelo se enriquece. No pasa de un día para el otro, pero el cambio se nota”, contó el productor Ricardo Godoy.


Por su parte, Luis Costa, productor y miembro de la comunidad de 25 de Mayo, relató que desde hace siete años la Congregación Evangélica del Alto Uruguay organiza jornadas de limpieza del Río Uruguay. “Hoy la gente puede disfrutar de un río limpio, con árboles que dan sombra a las familias. También cuidamos las vertientes en las chacras y construimos un reservorio rodeado de nativas”, explicó.
“Como iglesia de Cristo, el cuidado de la creación es parte de nuestra misión. Agradecemos a Hora de Obrar que desde el inicio nos acompaña y hace posibles estas acciones”, añadió el productor.
Cuidar la tierra es celebrar la vida
Las reflexiones finales retomaron una idea central: el cuidado de la creación como expresión concreta de la fe. “Hablar del suelo como ser vivo es algo que aprendimos acompañando a los productores y viendo cómo todo está conectado: el campo, el suelo, las especies, las personas”, resumió Weishein.
Una participante compartió su propia resonancia: “Pensé en cómo fuimos perdiendo la costumbre de celebrar la tierra, la vida, lo simple. Todo lo que nos rodea es bello y merece ser cuidado”.

La jornada concluyó con la participación de Bianca Orqueda, artista nivaclé y cantautora, quien interpretó en su lengua materna “Ni más ni menos”, una canción que habla del pacto con la madre tierra y la alegría de vivir un día bajo el sol. Su voz fue cierre y oración: un recordatorio de que sin la Pachamama no somos nada.
Fe que se hace acción
En el marco del Tercer Encuentro de Diaconía De la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, la Consulta reafirmó que la ecodiaconía no es solo una línea de trabajo, sino una manera de vivir el evangelio: con las manos en la tierra, la mente en la justicia y el corazón en la esperanza. Porque cuidar la creación, cerró Weishein, “no es un mandato moral, sino una forma de creer con todo el cuerpo”.