La semana pasada compartimos dos jornadas de planificación con la participación del Consejo de administración y del equipo de trabajo. Este encuentro se enmarcó dentro de las acciones que está impulsando la Fundación para mejorar su trabajo y seguir fortaleciendo la diaconía de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
Entre el 26 y 27 de febrero llevamos adelante una jornada de diagnóstico y planificación institucional en Buenos Aires, de la que participaron unas 25 personas provenientes de todos los distritos de la Iglesia: miembros del consejo, de las áreas de trabajo de la Fundación y de las coordinaciones de proyectos en territorio. Tal como expresaron varias personas durante la actividad, esto demuestra un gran compromiso de trabajo articulado y de escucha.
La consejera María Esther Norval comentó que: «las jornadas fueron super productivas y se dieron en un clima de gran confianza, de sinceramiento, en el que afloraron sentimientos de pertenencia a esta fundación y la iglesia.» El objetivo de este proceso es construir un marco de acción institucional para los próximos años a partir una evaluación del escenario actual. En este sentido la trabajadora social agregó que: «En el camino de la búsqueda conjunta de la planificación de las políticas que tenemos que pensar como iglesia, este es un paso muy importante que nos va a servir a todos: a las congregaciones, a los distritos, a la junta directiva, al consejo y al equipo de trabajo.»
Construyendo futuro
En 2012 el Sínodo de la IERP resolvió constituir la Fundación con el objetivo de dar una respuesta más eficaz y eficiente a las situaciones de desigualdad e injusticia de la región y responder a las demandas de sus obras. Hora de Obrar atravesó una etapa fundacional en la que se discutieron y delinearon su misión, visión y objetivos institucionales. En 2019 la Fundación cumplió 5 años; se ha desarrollado y expandido, y resulta necesario desafiarnos a repensar los lineamientos estratégicos institucionales. Nicolás Rosenthal, expresó en esta línea que «han sido cinco años de construcción de una herramienta que busca estar al servicio de las personas más necesitadas, de fortalecer la capacidad de trabajo solidario de las comunidades de la Iglesia y promover su compromiso con los derechos humanos.»
El proceso de reflexión es extenso y profundo: «desde hace al menos un año la Fundación está pensando sistemáticamente acerca de su tarea y las necesidades circundantes para mejorar y ser más pertinentes y eficaces cada día. Este proceso se extenderá durante 2020 y buscará contemplar las diversas miradas que existen sobre la diaconía,» El director de la Fundación completó: «En un contexto social y político sumamente difícil, a la Fundación y todxs lxs que se comprometen con la Diaconía de la Iglesia nos inspira un compromiso de fe por un mundo más justo, equitativo y solidario, donde se respeten los derechos de todas las personas sin ningún tipo de discriminación, y donde cuidemos el medio ambiente y la vida para todas las generaciones, como buenos mayordomos del Señor.»
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