A lo largo del encuentro se abordaron las complejidades del contexto actual, marcado por avances fundamentalistas, desigualdades crecientes y tensiones sociales.

Del 6 al 8 de mayo, en Luque, Paraguay, se llevó a cabo la Conferencia Ministerial Plenaria de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), bajo el lema de Mateo 7:12: «Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas». Un llamado claro y necesario para repensar, en comunidad, la ética en el ejercicio del ministerio pastoral.
El ministerio como camino en construcción
El pastor Jorge Weishein, responsable de proyectos en la Fundación, compartió una reflexión para comprender el espíritu del encuentro:
“El ministerio está todo el tiempo en desarrollo. La vida no es un manual: necesitamos reflexionar sobre las lecturas bíblicas que hacemos, si las hacemos comunitariamente o en soledad, para analizar las intervenciones de los y las pastoras en sus comunidades.”
En este marco, se enfatizó la necesidad de abrir espacios comunitarios donde las perspectivas se multipliquen, evitando replicar o interiorizar sin crítica los conflictos del entorno social. “La palabra de Dios nos pide más, y la realidad también. La crisis social también la vivimos los pastores”, expresó Weishein, subrayando la urgencia de repensar cómo se ejerce hoy el ministerio pastoral.
La ética como camino compartido
La Conferencia dejó en claro que la ética no es un conjunto de reglas frías, sino un modo de caminar juntos y juntas, desde la misericordia, la humildad y la honestidad. Es una construcción viva, que se nutre del diálogo con la realidad concreta de las congregaciones, con sus dolores, esperanzas y desafíos.
Este llamado a una ética encarnada también es un llamado a sostenernos como pueblo de Dios, venciendo injusticias y proclamando con acciones una vida digna para todos y todas.
Hora de Obrar: presencia, acompañamiento y desafíos compartidos
Durante la conferencia, pastores y pastoras compartieron cómo vivencian el acompañamiento de la Fundación Hora de Obrar en sus congregaciones y obras diacónicas. Surgió con fuerza la demanda de seguir trabajando codo a codo con el territorio, profundizando todos los enfoques de acción que hoy impulsa la Fundación.
Se planteó la necesidad de redoblar esfuerzos en tareas como la reforestación, el acompañamiento a la crianza de niños y niñas, y la reflexión práctica sobre el concepto y la vivencia de la diaconía en cada comunidad. Fue un espacio para valorar lo recorrido y, al mismo tiempo, renovar el compromiso colectivo de transformar la realidad desde la fe activa y comprometida.
Desde Hora de Obrar celebramos la oportunidad de encontrarnos, escucharnos y seguir construyendo una iglesia que ama, que cuida y que anuncia el Reino desde la verdad, la humildad y la esperanza.