La jornada para promover la educación sexual integral reunió a representantes del sector público, académico, educativo y comunitario en Buenos Aires.
La Parroquia Belgrano de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, recibió a representantes de más de una decena de instituciones y organizaciones en una nueva Mesa de Colegios Evangélicos por la ESI el viernes 5 de septiembre, en Buenos Aires. El encuentro celebró así su quinta edición y se consolidó como un espacio clave para intercambiar experiencias y reflexionar sobre la educación sexual integral en contextos escolares evangélicos.
El director de Hora de Obrar, Nicolás Rosenthal, destacó: “Estamos muy contentos. Este espacio ha crecido en riqueza a lo largo de sus cinco ediciones, abarcando muchos temas que hoy en día preocupan a la comunidad educativa y que hacen a la formación en ciudadanía responsable.”
La jornada abrió temprano con una bendición: “Nadie se salva solo, nos salvamos en compañía”, compartió Norma Nuñez, coordinadora de Casa San Pablo. “En un contexto de mucha hostilidad y amedrentamiento contra los derechos, nos encontramos para seguir formándonos y construyendo una alternativa”, expresó el Pastor presidente de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, Leonardo Schindler. “En tiempos de goce en la crueldad hay que construir espacios diferentes de cuidado”, propuso en la misma línea el Pastor presidente de la Fundación Hora de Obrar, Javier Gross.
Política pública, fe y comunidad educativa: voces que impulsan la ESI
El primer panel abordó el aporte desde la política pública y el diálogo con organizaciones basadas en la fe, con la participación de Mirta Marina, Directora Provincial del Área de ESI de la provincia de Buenos Aires. “La ESI llego para quedarse, va a ser muy difícil correrla del lugar que tiene. Se tiene que escuchar más fuerte que la voz de quienes gritan y denigran y se oponen a la diversidad”, invitó.
Pilar Cancelo, Directora Ejecutiva del Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI), presentó el argumentario teológico “¿Será de Dios?” y sus aportes para la justicia de género: “Las iglesias nos hacemos cargo de las violencias que se reproducen en nuestros espacios y proponiendo alternativas en esta relectura.”
“La escuela se construye todos los días y no lo hacen solamente los docentes, y las autoridades, los alumnos y alumnas son parte fundamental de la institución y son quienes dieron impulso a la ESI”, contó Andrea Fogel, del Instituto Evangélico Luis Siegel, compartió experiencias sobre participación democrática en la comunidad educativa.
Masculinidades, violencias y desafíos pedagógicos en la implementación de la ESI
Durante el segundo panel se profundizó en masculinidades adolescentes y dinámicas violentas, con el autor del libro “De chicos a hombres”, Marcelo Gutiérrez. “Los mandatos de la masculinidad son imposibles de cumplir en su totalidad: cuando no se cumplen se es castigado en los entornos sociales, pero si se cumplen, también. Todo tiene costo.”
Nadia Polanco abordó la detección y acompañamiento frente a violencia sexual contra niñeces y adolescencias y develó que “La escuela es una lugar donde se develan 1 de cada 4 de estas situaciones. Pero se estima que los números son muchísimo mayores”.
Graciela Morgade, vicerrectora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, propuso una discusión sobre los proyectos pedagógicos en tensión entre ESI y educación emocional. “La ESI aborda las emociones, pero no desde una perspectiva individual, sino comunitaria”.
Taller sobre subjetividad y entornos digitales: construir pactos comunitarios
Finalmente por la tarde los y las participantes se sumaron a un taller sobre subjetividad y dispositivos digitales, con la especialista Carolina Di Palma, quien trajo la propuesta de construir pactos digitales comunitarios: “El espacio áulico presencial, sin vigilancia, sin conectividad y de contacto corporal es una posibilidad de resistencia respecto de cómo se arman los lazos sociales”.
Desde su creación en 2019, la mesa ha permitido consolidar redes, fortalecer aprendizajes y promover debates que conectan fe, educación y derechos, acompañando a los colegios evangélicos en la construcción de comunidades más inclusivas y comprometidas con la justicia social.
“Esta es una manera de promover relaciones más sanas, afectivas, relaciones que construyan un mundo mejor”, cerró Rosenthal.
La jornada fue conducida por Pamela Peñin y Fabián Dinamarca del equipo de proyectos de la Fundación Hora de Obrar. Hora de Obrar agradece por cocinar para todos y todas las participantes de Aurora Weiss de la parroquia Castelar.
La fundación moderó un panel sobre nuevos desafíos de la ESI y presentó los resultados de una encuesta sobre participación juvenil junto al Colectivo de Juventudes.
El Palais Rouge, en Capital Federal, fue la sede del XXII Simposio Regional de la Fundación Huésped, que reunió profesionales de la salud y de las ciencias sociales con el objetivo de entablar diálogos y alianzas en torno al desarrollo estrategias de intervención, y la ampliación de conocimientos que garanticen a la comunidad más y mejores oportunidades, con perspectiva de derechos, diversidad y dignidad humana.
Hora de Obrar fue invitada para moderar el panel sobre “Nuevos desafíos de la ESI: educación emocional y espiritualidad”, donde especialistas de Argentina y Bolivia compartieron miradas sobre la educación sexual integral en clave de cuidado y transformación social. El espacio permitió pensar cómo la ESI aborda las emociones y la espiritualidad en clave comunitaria, para enriquecer y ampliar el horizonte de esta política pública fundamental.
Además se abordaron temas como la gestión de las emociones en contextos de disputa, la prevención del embarazo adolescente, el sentido profundo de educar desde la educación sexual integral y los desafíos que plantean los entornos digitales.
Qué piensan las juventudes sobre política, sociedad y activismo
Al finalizar el tercer día del Simposio, el Colectivo de Juventudes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, presentó los resultados de su encuesta que relevó las percepciones de adolescentes y jóvenes de entre 13 a 24 años en torno a la participación política, social y activista en Argentina en 2025.
El sondeo muestra que la participación juvenil es limitada: solo un 40,4% declaró formar parte de alguna organización o espacio de incidencia. Las juventudes identifican como principales barreras la falta de información sobre cómo sumarse (26%), el carácter dispersivo de las redes sociales (25,5%), la falta de tiempo para espacios no remunerados (24,8%) y la ausencia de referentes juveniles (21,5%). Estas dificultades evidencian que la baja participación no se explica únicamente por la disponibilidad horaria, sino también por obstáculos estructurales.
La crisis económica y política encabeza la lista de las principales preocupaciones de las juventudes (57,3%), seguida por los discursos de odio (48,2%), la salud mental (41,8%) y las situaciones de violencia y discriminación (40,1%).
En conjunto, los hallazgos revelan una juventud crítica y comprometida, pero que enfrenta barreras de acceso a la participación y déficit en políticas públicas que atiendan sus demandas. Sin embargo se destacan oportunidades de acción en tres ejes:
Federalizar las redes de participación, ampliando el alcance a provincias con baja representación.
Garantizar una implementación plena y efectiva de la ESI, con formación docente continua, monitoreo estatal y enfoque integral, y
Fortalecer estrategias comunitarias y digitales que transformen las preocupaciones en acción colectiva y reduzcan la dispersión en redes sociales.
El Colectivo de Juventudes está integrado por Fundación Hora de Obrar, Amnistía Internacional, Fundación Huésped, Kaleidos, FUSA y el Centro Ana Frank.
ACT Alianza compartió una investigación que revela cómo las comunidades de fe pueden ser una fuerza transformadora para garantizar los derechos humanos y desmantelar el poder patriarcal. El trabajo de Hora de Obrar y otras organizaciones de todo el mundo fueron estudios de caso.
Para conmemorar el 30 aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, el Programa Global de Justicia de Género de Alianza ACT se embarcó en un proyecto junto a su membresía con el objetivo de dar a conocer los aportes de los actores basados en la fe en la implementación del marco de trabajo. Se identificó el cambio de las normas sociales como un espacio en el que estos actores ejercen una influencia significativa, aunque a veces no sea de forma evidente.
Los liderazgos religiosos y sus comunidades pueden ser grandes agentes del cambio, sobre todo como vocerías respetadas dentro de sus propias comunidades. Muchos actores basados en la fe han desempeñado un papel importante en defensa de la igualdad y la justicia; como por ejemplo, personas defensoras de los derechos humanos, portadoras de deberes, prestadoras de servicios sanitarios y educativos, legisladores y legisladoras. Los actores basados en la fe ejercen una influencia directa sobre las normas sociales que determinan la aceptación de leyes, políticas y prácticas en materia de igualdad de género. Alrededor del mundo, muchos líderes y lideresas religiosas participan de manera activa en el desmantelamiento de normas sociales perjudiciales y en defensa de la justicia, la igualdad y los derechos humanos.
La investigación fue llevada a cabo en estrecha colaboración con la membresía y foros de Alianza ACT, que aplican el Programa Global de Justicia de Género en espacios a nivel nacional, regional y mundial. El grupo asesor incluía a diversos actores basados en la fe, desde organizaciones locales hasta algunas de las más importantes ONGs internacionales. Entre todos, se llevó a cabo un diálogo, una reflexión y un análisis profundos para compartir las conclusiones de nuestro trabajo a lo largo de las tres últimas décadas.
La Fundación Hora de Obrar brindó una capacitación al equipo provincial de Educación Sexual Integral de Buenos Aires desde una mirada espiritual comprometida con la realidad.
Más de 70 integrantes del equipo territorial de Educación Sexual Integral (ESI) de la provincia de Buenos Aires participaron de una jornada de formación para acompañar procesos pedagógicos en clave de derechos, inclusión y justicia. El pastor y trabajador social Jorge Weishein y la Lic. Pamela Peñin del equipo de Hora de Obrar participaron de uno de los paneles con una lectura teológica liberadora.
En un escenario donde la ESI es objeto de discursos que buscan deslegitimarla y restringirla, en ocasiones con argumentos religiosos, esta capacitación aportó una voz distinta: la de una fe comprometida con los derechos, que reconoce en la ESI una herramienta vital para el cuidado, la igualdad y el acompañamiento integral de las infancias y adolescencias. Frente al avance de propuestas regresivas, se reafirmó que educar en sexualidad también es una forma de defender la vida.
“La teología no es neutra: parte de un posicionamiento. Entendemos que Dios no hace diferencias, y esa convicción nos guía a interpretar los textos sagrados desde la igualdad”, explicó Weishein, señalando que la Biblia no es un único libro, sino una biblioteca plural construida durante siglos y atravesada por la cultura patriarcal.
La capacitación invitó a repensar conceptos como familia, género y autoridad religiosa a partir del mensaje inclusivo de Jesús. Se enfatizó que la iglesia está compuesta por personas reales, que viven en contextos concretos, y que la espiritualidad no puede desentenderse de las desigualdades sociales. En el taller se trabajó sobre la comprensión de las familias en la Biblia a partir de la charla de Jesús en Mc 10 y Mt 19.
Desde una perspectiva que integra fe y derechos, la propuesta reivindica el rol transformador de la ESI y la necesidad de una mirada bíblica que favorezca vínculos más justos, afectivos y libres. La actividad formó parte de un camino de articulación entre organizaciones sociales, comunidades de fe y el Estado, en defensa de una educación integral que abrace la diversidad.
El recurso para comunidades de fe, liderazgos religiosos y personas comprometidas con la temática busca entender y discutir la relación entre género y fe de una forma accesible. Presenta herramientas para debatir sobre salud, autonomía, educación sexual integral, maternidad y más.
En el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, referentes de toda América Latina participaron del lanzamiento del tercer y último capítulo del argumentario y mapeo Será de Dios. Este cuaderno brinda aportes teológicos, insumos y experiencias de comunidades de fe comprometidas con los derechos humanos y la igualdad de género.
Cada 28 de mayo organizaciones de todo el mundo se unen para sensibilizar sobre el cuidado y la protección de la salud, el derecho a vivir una vida digna con igualdad de oportunidades y sin violencias. La Comunidad de Práctica de Género de ACT Alianza en América Latina y el Caribe, con apoyo del Programa Global para la Justicia de Género de ACT Alianza* presentó en esta fecha el capítulo para abordar los derechos sexuales y reproductivos.
El cuaderno reúne saberes populares, referencias bíblicas y experiencias territoriales de organizaciones de fe en América Latina, con propuestas concretas para abrir el diálogo sobre salud, autonomía corporal, maternidad deseada, educación sexual integral y el reconocimiento de la diversidad.
Por una teología inclusiva
Mientras la mayoría de los países de la región avanzan en la garantía legal de derechos sexuales y reproductivos, ciertos sectores religiosos y políticos promueven la desinformación, el miedo y el estigma. Frente a estos discursos, desde nuestras convicciones de fe levantamos una teología inclusiva, que reconozca la dignidad de todas las personas y denuncie las injusticias.
La persecución y tergiversación son incompatibles con el mensaje bíblico. Defender el derecho a decidir, a educarse y a vivir sin violencias es también cumplir los mandamientos de no mentir ni causar daño: “No darás falso testimonio” (Éxodo 20:16) y “No matarás” (Éxodo 20:13).
*ACT Alianza, es una coalición global basada en la fe, organizada en foros nacionales y regionales, que opera en más de 120 países. A través de más de 140 miembros, trabaja en ayuda humanitaria, justicia de género y climática, migración y desplazamiento, y paz y seguridad para apoyar a las comunidades locales.
Medio centenar de hombres se reunió en Entre Ríos para conversar sobre qué significa ser varón hoy, desde una mirada de fe y justicia.
El taller impulsado por el grupo de varones Hombres Positivos de la ciudad de Crespo, fue acompañado por el pastor Jorge Weishein de la Fundación Hora de Obrar. El taller motivó a reflexionar sobre la crianza de varones y cómo esas prácticas impactan en las relaciones cotidianas, en la familia, el trabajo, la iglesia y la sociedad.
La presentación combinó información y fundamentos de fe compartidos por distintas iglesias: “Apelamos a la experiencia y la reflexión colectiva: ¿de dónde aprendemos a ser los hombres que somos?, ¿qué modelos seguimos?, ¿qué lugar ocupamos y qué responsabilidad tenemos en las relaciones de género?”, resaltó Jorge Weishein.
Los participantes compartieron vivencias, inquietudes y ejemplos que dieron cuenta de un malestar y también de una búsqueda por transformar esas formas de ser y vincularse. Hablaron de cómo fueron cambiando las relaciones en sus familias y entornos de trabajo, y de la importancia de sumarse al cambio que desde hace décadas impulsan mujeres, personas de la diversidad sexual. “Cada vez más varones se animan a cuestionar los privilegios y prácticas heredadas”, apuntó.
Partiendo de un principio cristiano, “el justo por la fe vivirá”, la charla invitó a identificar qué valores, formas de ser y de actuar promueven la justicia y la vida. En una sociedad machista en sus consumos culturales y formas de vincularse, es urgente revisar las estructuras, conductas y los discursos que las sostienen. Los espacios de reflexión entre varones resultan fundamentales para abrir el diálogo, escuchar, preguntar y aprender a construir relaciones más justas para todas las personas.
La charla terminó en un ambiente distendido, con canciones y comida compartida. Pero, sobre todo, con el compromiso renovado de continuar estas conversaciones que siembran semillas de transformación para construir una cultura más equitativa, amorosa y respetuosa.
En el marco del campamento “Raíces fuertes, vida saludable”, 18 jóvenes de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata reflexionaron sobre autocuidado, vínculos saludables y salud mental, en talleres brindados por la Fundación Hora de Obrar.
El primer taller, a cargo de la Lic. Pamela Peñín, abordó temas clave como el autocuidado, los vínculos saludables y los métodos de cuidado, brindando información certera y ayudando a derribar diversos mitos. Las personas participantes reflexionaron sobre la importancia de construir relaciones respetuosas y conscientes, fortaleciendo así sus herramientas para la vida cotidiana.
Por su parte, el Magíster Martin Elsesser lideró un taller centrado en la salud mental, con énfasis en la construcción de lazos comunitarios. Se promovió el tendido de redes como una herramienta fundamental para el acompañamiento mutuo y la prevención de problemáticas vinculadas a la salud mental en los entornos juveniles.
Agradecemos al distrito por la invitación. Estos espacios no solo enriquecen el aprendizaje de los jóvenes, sino que también fortalecen su compromiso con la creación de comunidades saludables y solidarias.
La Fundación Protestante Hora de Obrar compartió su experiencia en la promoción de la justicia de género y la implementación de la ley de Educación Sexual Integral en contextos religiosos. La ponencia se puede ver completa en youtube.
La Ley de Educación Sexual Integral desempeña un rol crucial en el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes, abarcando no solo el crecimiento físico, sino también el bienestar psíquico y mental. Desde su compromiso cristiano de amor y respeto al prójimo, Hora de Obrar apoya activamente la formación docente en estas temáticas, impulsando la implementación de la ley para construir entornos seguros y promover el bienestar de cada estudiante.
Promover la justicia de género es uno de los cinco ejes principales de trabajo de la Fundación, impulsando diálogos para asegurar el derecho a una vida libre de violencias, el acceso a información veraz y la oportunidad de recibir una educación integral. A través de talleres interculturales de educación sexual, Hora de Obrar busca una comprensión amplia de la sexualidad que promueva el respeto y la dignidad de cada persona, uniendo comunidades en torno al bienestar común.
Entre sus iniciativas destacadas, la Mesa de Colegios Evangélicos por la ESI reúne cada año a más de 15 comunidades educativas con el objetivo de formarse, reflexionar y debatir en torno a la aplicación de la Educación Sexual Integral en sus instituciones.
Durante el congreso, la Lic. Pamela Peñin y el Pastor Jorge Weishein dieron cuenta del desarrollo de estos programas y proyectos orientados a la igualdad y el respeto, fomentando la expresión libre de los afectos y el conocimiento del cuerpo y sus derechos para una vida más saludable, en el marco del histórico rol de la Iglesia Evangélica del Río en defensa de los derechos humanos.
Los derechos humanos y la perspectiva de género son blanco de descalificación y noticias falsas. ¿Por qué defendemos educación sexual integral y qué tiene que ver con la democracia en Argentina?
Por Fabián Dinamarca Coordinador de Programas y proyectos de la Fundación Hora de Obrar
Consensos básicos cuestionados
El pasado 30 de agosto volvimos a encontrarnos con docentes, equipos de orientación escolar y capellanías de 15 instituciones educativas de la ecumene protestante en la cuarta edición de la Mesa de Colegios Evangélicos por la Educación Sexual Integral (ESI). Entre las preocupaciones y temáticas que abordamos, hablamos de la necesidad de “volver a lo básico”. ¿Qué quiere decir esto?
Las diversas comunidades educativas identifican una debilidad y una necesidad de reforzar aspectos que deberían ser un consenso consolidado pero que lamentablemente no lo son, o por lo menos, están en algún nivel de crisis o tensión en esta etapa de nuestra sociedad. Y no se trata de aspectos menores, sino de definiciones que son cimientos, base y punto de apoyo de nuestro trabajo no sólo en el plano educativo sino en todas las expresiones en lo social, de la diaconía basada en derechos.
Nos referimos específicamente a dos grandes definiciones: los derechos humanos y la perspectiva de género vienen siendo el centro de discursos de desprestigio, descalificación y noticias falsas que han logrado calar en el sentido común de parte de nuestra sociedad amenazando, no sólo al trabajo sobre ESI, sino los consensos básicos de esta etapa de la democracia en Argentina.
La dignidad y el respeto como valores fundamentales
Repasemos estos conceptos en términos históricos y pongamoslos en relación con el sistema educativo.
El contexto de surgimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el año 1948, estaba atravesado por el impacto de la segunda guerra mundial. La crueldad y vulneraciones de la dignidad humana ocurridos en esta guerra incidieron en la construcción de un consenso internacional sobre lo que los países debían proteger y no volver a permitir, expresado a través de las Naciones Unidas.
Así surge este marco ético internacional que reconoce la dignidad de todas las personas. La Argentina suscribió la Declaración Universal en 1948, y en 1994 la incorporó a la Constitución Nacional en el artículo 75 inciso 22, con el conjunto de Declaraciones, Tratados y Pactos Internacionales sobre derechos humanos.
Es interesante detenerse en la lectura del preámbulo, los fundamentos y otras secciones de este breve documento compuesto por 30 artículos. En uno de los apartados de la Declaración Universal de DDHH hay un llamado a la difusión en el sistema educativo de los países, invitando a que el texto sea “distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza”.
Saltemos ahora tres décadas en el tiempo, cuando el concepto de derechos humanos es resignificado y apropiado por la sociedad argentina post-dictadura en el inicio de la etapa democrática de 1983 bajo un principio y un consenso: el “Nunca Más” al terrorismo de Estado y el jucio a las juntas militares fue la forma en que nuestra sociedad procesó la etapa dictatorial finalizada y estableció límites y marcos al accionar del Estado.
En uno y otro caso, la Asamblea de las naciones en 1948 y la sociedad argentina en 1983, plantean un ideal social de dignidad y respeto de la persona humana con fuertes bases éticas y valores subyacentes, que debían a su vez ser transmitidos y plasmados en la formación de las personas, en los sistemas educativos, en las ideas que generaciones adultas debían transmitir a las nuevas.
No está de más recordar que la promoción de los DDHH es parte de las definiciones y principios plasmados en el estatuto de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), y que esto fue trasladado a su vez a los objetivos de su organización diacónica: la Fundación Protestante Hora de Obrar.
El papel de la educación en la construcción de ciudadanía en cada época
Esto nos lleva a otro de los conceptos que nos interesa trabajar, y es que el sistema educativo tiene una relación intrínseca y necesaria con la transmisión de valores, ideas predominantes y necesidades de una época.
Pensemos en el momento fundacional del sistema educativo argentino a fines del siglo XIX y las necesidades a las buscaba dar respuesta. Estamos hablando de la llamada Generación del 80 en cuanto al liderazgo político, el proceso de construcción de una nación tras décadas de guerras civiles y delimitación territorial de un todavía muy joven país, la necesidad de insertar a ese país en el concierto internacional, mientras la mayor parte de la población provenía de procesos migratorios masivos. El sistema educativo diseñado en ese contexto debía aportar a la formación de personas desde una concepción de ciudadanía relacionada a proyecto y a esa etapa de la sociedad.
En la actualidad, la Ley de Educación Nacional 26.206 vigente, establece, en el artículo 3, que la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación.
Qué tiene que ver la educación con los géneros
Todo proceso formativo de personas, y por lo tanto el sistema educativo, tiene intencionalidades, valoraciones, contenidos que exceden la mera transmisión de conocimientos “objetivos”. La educación aporta a determinada construcción de ciudadanía, a formar personas con determinados atributos y valores. Algo más que evidente en las instituciones educativas de origen confesional, como las que nos reunimos en la Mesa de Colegios Evangélicos por la ESI.
Y en estos procesos de formación de personas, la educación juega un rol fundamental en términos de géneros. Es decir, en la producción y reproducción de determinadas formas de ser varones y mujeres, de modelos e ideales de familia y de expectativas y roles a cumplir en la sociedad.
Si se analizan como ejemplo materiales escolares de la España de 1939, en plena dictadura franquista, se evidencia su marcado autoritarismo y su integrismo católico. Desde la temprana infancia se enseñaba a las niñas a respetar su “tradicional rol de madre, hija y esposa”, y un modelo familiar centrado en el varón/esposo, autoridad, proveedor y al que esposa e hijos/as debían servir.
Este ejemplo histórico es muy gráfico sobre cómo el sistema educativo tiene un rol fundamental en reproducir determinados estereotipos y roles de género. En tiempos en que se habla tanto de “ideología de género”, si hay algo que aplica a una definición semejante es imponer roles fijos, estereotipados y que violentan la libertad de las personas, transmitidos por canales doctrinarios, autoritarios, castigando toda forma de transgresión de ese mandato presentado como “natural” o “mandato divino”, como ocurría en esa educación del contexto de la dictadura franquista.
¿Ideología es mala palabra?
La idea de este recorrido histórico, entre muchos otros posibles, tiene que ver con aportarnos insumos para pensar la actualidad de nuestra sociedad argentina y los ataques a la Educación Sexual Integral y a todo lo que involucre una perspectiva de género bajo la acusación de que es una “ideología”.
Acusación que, además de provenir desde sectores que claramente tienen una visión y una posición ideológica ante las políticas de derechos humanos y de ampliación de derechos de las mujeres y diversidades (es decir, que claramente tienen su propia “ideología), es algo que, como se dice coloquialmente: “embarra la cancha”.
Y esto porque partimos desde la tesis de que SIEMPRE los objetivos, lineamientos curriculares, el sistema educativo en su conjunto está atravesado por valores, idearios, ética. Es decir: de algunas de las dimensiones de lo que llamamos ideología.
El punto es que hay diferencias cualitativas entre las propuestas democráticas, liberadoras, que aportan a una vida plena para todas las personas, y las propuestas que imponen, violentan, reducen las posibilidades y reproducen los cimientos de las opresiones.
No es lo mismo reproducir estereotipos de género que cuestionarlos, problematizarlos, preguntarnos de dónde vienen y si son la única posibilidad para nuestra vida.
No es lo mismo imponer roles, formas de ser y de vivir el cuerpo, la identidad, las elecciones sexuales y afectivas, que respetar, alojar, acompañar la diversidad de realidades y posibilidades.
No es lo mismo reconocer la dignidad e integridad de toda persona que rechazar, reproducir discursos de odio y reprimir lo que “salga de la norma”.
La ESI contribuye a hacer la diferencia, y que es una ley -entre otras herramientas, políticas públicas y procesos de movilización social- que busca desandar y desarticular los mandatos, los estereotipos y las formas de relación que promueven violencias naturalizadas durante siglos en nuestras sociedades y en nuestras vidas. Pensar con perspectiva de género es fundamental para conocer, identificar, problematizar cómo funcionan -cómo funcionamos- esos mecanismos y buscar su transformación.
Lo “básico” que estuvimos recorriendo brevemente en este artículo, que fue preocupación y necesidad de conversaciones con los colegios de las iglesias, sigue siendo imprescindible para una vida libre de violencias, que es un derecho, un valor, un principio que en tiempos en los que la violencia ocupa vez más espacio en las relaciones humanas, es fundamental seguir defendiendo.
Referentes de 16 instituciones educativas y comunitarias, que alcanzan a más de 10 mil estudiantes de todos los niveles educativos, fortalecieron su compromiso, defensa y capacitación para la implementación de la educación sexual integral.
Hora de Obrar organizó la cuarta Mesa de Colegios Evangélicos por la ESI para convocar a equipos directivos y docentes de toda la Argentina en un espacio ecuménico que año tras año se afianza más.
La jornada comenzó con un devocional de bienvenida a cargo del pastor Javier Gross, presidente del consejo de administración de Hora de Obrar, quien agradeció especialmente el compromiso y dedicación de los y las docentes. “Celebro el encuentro en este espacio de diálogo y reflexión que, contrario a lo plantean los discursos de odio que clausuran debates y silencian la palabra, se propone salir al encuentro del otro y la otra para aprender y nutrirse del intercambio”, destacó.
«Estamos acá para que la ley de Educación Sexual Integral sea una realidad, porque si bien es una ley que está vigente, si no la hacemos, si no nos comprometemos cada uno y cada una de nosotras en nuestras instituciones -más aun en estos tiempos-, no se aplica.» Destacó la lic. Laura Varela, psicopedagoga del Instituto Alberto Alberto Schweitzer.
También contamos con la participación de docentes y profesionales de la educación del Instituto Evangélico Luis Siegel, la Escuela Intercultural Bilingüe Takuapí, el Instituto Línea Cuchilla, el Colegio Holandés, el Colegio Ward, el Colegio San Esteban, el Jardín Arca de los Niños, el Centro Nueva Vida, el Instituto William Morris, el centro comunitario Casa San Pablo, el Jardín Caminito, la Comunidad Educativa La Paz, La Asociación del Centro Educativo Latinoamericano (ACEL), el IEA Villa del Parque, Caseros, Grand Bourg y José C. Paz, y la Escuela Juana Manso.
Primer panel: «La tradición protestante y el ideario de nuestras instituciones educativas»
El primer panel se centró en la importancia de los derechos humanos y la perspectiva de género en un contexto donde los fundamentalismos y el cuestionamiento de derechos adquiridos ponen en riesgo los avances logrados. Fabián Dinamarca, coordinador del área de programas y proyectos de Hora de Obrar, analizó la relación entre el sistema educativo y los contextos políticos y sociales en Argentina. Señaló que la fundación del sistema educativo argentino está intrínsecamente ligada a las necesidades y proyectos de la sociedad del siglo XIX, destacando que la educación no es un fenómeno aislado, sino que responde a las demandas sociales y políticas de su tiempo.
Dinamarca hizo hincapié en que el sistema educativo argentino, desde la Ley de Educación Nacional vigente (26.206), busca construir una sociedad justa y respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales y, en este sentido, la ESI es fundamental para lograrlo.
“Es importante que como sociedad acordemos que no es lo mismo reproducir estereotipos que cuestionarlos. No es lo mismo imponer roles, formas de ser y de vivir el cuerpo o la identidad, que respetar, alojar y acompañar otras realidades y posibilidades. No es lo mismo reconocer la dignidad e integridad de todas las personas, que rechazarlo y reproducir discursos de odio, reprimiendo lo que “sale de la norma”. La ESI contribuye a hacer la diferencia.” Indicó Dinamarca para dar inicio a este encuentro de formación y reflexión.
Por su parte, Graciela Morgade, vicedecana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y parte del Movimiento Federal por más ESI, y Leonardo Félix, capellán del Instituto Alberto Schweitzer, complementaron estas reflexiones al compartir sus visiones sobre cómo las instituciones protestantes pueden contribuir a un enfoque educativo que respete la diversidad y promueva la igualdad y la justicia social.
Segundo panel: Actualización en temas de salud y comunicación
Cecilia Valeriano y Manuel Curia de Fundación Huésped junto a Patricia Wawrysiuk del equipo de Hora de Obrar presentaron avances en salud sexual, reproductiva y no reproductiva en el contexto actual, donde el avance de infecciones de transmisión sexual (ITS), como la sífilis, ha alarmado a los sistemas de salud tanto a nivel mundial como en Argentina. Estos problemas de salud pública evidencian la necesidad de una Educación Sexual Integral (ESI) más robusta que brinde información precisa a estudiantes de todos los niveles. Promoviendo la prevención, el autocuidado y la promoción de relaciones respetuosas y saludables, la ESI ayuda a las juventudes a tomar decisiones informadas y responsables.
Carolina Di Palma abordó los desafíos de la ludopatía, el uso de dispositivos y su impacto en la salud mental, mientras que Romina Coluccio, de FM En Tránsito, expuso sobre las fake news y las dinámicas de generación de contenido en redes, destacando la necesidad de una comunicación ética y responsable para un saludable desarrollo de los niños, niñas y adolescentes.
Finalmente, Andrea Rivas de la Asociación Familias Diversas (AFDA), reflexionó sobre la diversidad, las identidades y expresiones de género, y cómo éstas son vividas en las comunidades educativas y religiosas.
Trabajo en grupos y reflexiones finales
Tras desarrollarse los paneles expositivos los y las presentes se dividieron en mesas temáticas con las personas expositoras para trabajar sobre experiencias concretas y compartir herramientas pedagógicas para trabajar sobre estas problemáticas en sus instituciones.
Este encuentro reafirma el compromiso de la Fundación Protestante Hora de Obrar con una educación que promueva la dignidad y el respeto por todas las personas, sin distinción ni discriminación. En un momento en que la Educación Sexual Integral celebra 18 años desde su promulgación como ley en Argentina, es vital recordar que el llamado cristiano a amar al prójimo implica también trabajar por una educación que forme ciudadanos y ciudadanas conscientes y respetuosos de la diversidad y los derechos humanos.
Agradecemos a todas las instituciones y personas que participaron en esta jornada, y continuaremos trabajando para construir comunidades educativas que sean espacios seguros, inclusivos y transformadores.