Skip to content

BLOG

Liliana Bagna, directora del espacio de contención para personas con discapacidad de la Iglesia Reformada Argentina en Brandsen, nos cuenta cómo adaptaron el dispositivo ante la emergencia de COVID-19.

“Les mandamos actividades dos veces por semana y una vez nos comunicamos via Wathsapp en grupos de a cuatro,” relata con emoción y orgullo por la autonomía que han ganado los y las cocurrentes en este tiempo: “Nuestro trabajo y ocupación es que ellos se sientan contenidos por Caricias, que puedan también ser ellos parte activa de la construcción de los vínculos con sus pares. Y lo estamos logrando: empezaron a querer comunicarse, a pedirnos que organicemos estos encuentros que resultan cada vez más provechosos.” Agustina, una de las concurrentes, compartió qué cosas lindas le pasaron durante la cuarentena: “Me gusta cuando me llaman mis amigos, me pone contenta, muy feliz.”

El equipo de Caricias trabaja siempre desde el amor y lo comparten con todas las personas que se acercan. Liliana también se ocupa de organizar las entregas de kits de alimentos para las familias y está siempre a disposición para colaborar con lo que necesitan: “Son momentos de mucha emoción. Extrañan mucho venir a Caricias.”

Play Video