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El proyecto del Colegio Holandés combina educación, participación ciudadana y trabajo territorial. A través del conteo de aves, recorridas por humedales y actividades comunitarias, estudiantes de todos los niveles se convierten en protagonistas del cuidado ambiental.

Con apoyo de Hora de Obrar, desde 2022, el Colegio Holandés de Tres Arroyos forma parte de la red Custodios del Territorio, un proyecto impulsado por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) para la conservación.

Cada año estudiantes de secundaria participan del Conteo Anual Simultáneo de Aves (CASA), una actividad de monitoreo colectivo que se realiza en todo el país en una misma fecha de octubre. Pero el trabajo va mucho más allá del conteo: involucra preparación previa, reconocimiento de especies, visitas al humedal y trabajo interdisciplinario en el aula.

En paralelo, los niveles inicial y primario también se suman al proyecto con actividades de exploración e indagación: conocen el ecosistema de humedal, reconocen flora y fauna local, y formulan preguntas que los conectan con la biodiversidad del lugar. Así se construye una experiencia educativa colectiva, situada y transformadora.

Un proyecto donde cada parte aporta y todas aprenden

Hora de Obrar, con su Pastoral de Promoción para el Cuidado de la Creación, financia los traslados a los humedales para los distintos niveles, apoya propuestas como la señalización de senderos ecológicos, la instalación de cartelería interpretativa y la creación de huertas escolares. Además, articula capacitaciones y promueve actividades que refuerzan el vínculo entre espiritualidad, justicia ambiental y trabajo educativo.

“Es un proyecto muy interesante porque acerca a los chicos a la naturaleza, a conocer ese espacio que por ahí a veces está muy cercano, pero no van. Aparte, los datos que ellos aportan, le sirven a la universidad para sus fines de investigación. Es una colaboración donde nos retroalimentamos entre todas las partes”, comentó la directora del ciclo inicial del Colegio Holandés de Tres Arroyo, Paula Presa.

Así cada niña, niño y adolescente que observa, registra, pregunta o cuida, se convierte en custodio activo de la creación.

Una red que siembra compromiso

“Los chicos quedaron encantados, estaban comprometidos en un 100% desde el primer día que les dijimos que íbamos a ir a la laguna, que íbamos a realizar este conteo de aves, y que iban a aprender a manejar las herramientas como los binoculares. Nos dimos cuenta que habían estudiado las guías porque reconocían muy bien a las aves, y eso es muy satisfactorio para nosotros como docentes” aportó Elena García, docente de biología del nivel secundario del Colegio Holandés de Tres Arroyos. 

Las alumnas que participaron de la actividad agregaron que se encontraban muy sorprendidas con la cantidad de aves y las especies que se podían ver tan cerca de sus hogares: “Tenemos que cuidar el medio ambiente y no contaminar para que los animales puedan tener su hábitat limpio y puedan vivir bien también” cerró Lara, de tercer año de secundaria.

Esta red ya echó raíces. En cada salida al humedal, en cada cartel creado por niñas y niños del jardín, en cada observación registrada por estudiantes de secundaria, se fortalece la idea de que cuidar también es una forma de conocer. Son experiencias de aprendizaje situado, donde la conservación deja de ser un contenido abstracto para convertirse en un gesto concreto de amor por el territorio y por la vida que lo habita.

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