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Compartimos unas reflexiones desde la fe para valorar un recursos que hoy está en emergencia.

Recursos para pensar

En el libro del Éxodo (15, 22-27; 17, 1-6) se relata la importancia del agua y la desesperación del pueblo israelita frente a la ausencia de tal vital elemento en su marcha a la tierra prometida.

En la primera cita nos relata el texto bíblico que no sólo es importante la presencia de agua, sino la calidad de la misma. “El agua amarga” no es apta para beber, es incompatible con la vida humana.

“El agua es la vida” dice Canoero en la voz de “pacucito”, un pececito que vive en el río y ve el deterioro del mismo por la acción humana.

“El agua no se negocia” dicen los mendocinos en defensa de la ley 7722 que prohíbe el uso de cianuro, mercurio, ácido sulfúrico y otras sustancias químicas tóxicas en las actividades mineras, las cuales contaminan gravemente ríos, lagos y otras fuentes naturales de agua.

“El agua vale más que el oro” es la consigna de los pueblos en medio de las explotaciones mineras.

Y podemos seguir enumerando consignas y argumentos que hablan del agua como un elemento fundamental, indispensable para la vida, innegociable. Pero los sectores más poderosos los ha contaminado, explotado, comercializado y privatizado…

Este es un día para reflexionar acerca de la importancia del agua y sobre las acciones nocivas de los seres humanos en la calidad y disponibilidad de la misma. Que podamos, como el pueblo de Israel, en tiempos de escasez, reconocer la importancia de este elemento fundamental e impulsar las acciones y políticas públicas necesarias para su preservación.

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