La Fundación entregó 8.000 plantines de especies nativas a familias agricultoras e indígenas de Misiones, en una acción conjunta con la Secretaría de Asuntos Guaraníes.

La fundación protestante Hora de Obrar dio un nuevo paso en el camino de restaurar una de las regiones más biodiversas del país y fortalecer proyectos productivos sustentables junto a comunidades indígenas y familias agricultoras de Misiones, en el marco del programa Crece Selva Misionera.
Durante un operativo logístico de gran envergadura, el 26 de septiembre se entregaron 8000 ejemplares de especies nativas para interplantar en yerbales. La entrega fue posible gracias al apoyo de la Secretaría de Asuntos Guaraníes, que colaboró con la logística y al trabajo del Vivero 2 de Mayo, que proveyó parte de los plantines para el proyecto.
Producción indígena agroecológica
180 familias indígenas de la Comunidad Mbyá Guaraní Perutí recibieron 2.000 plantines. Las especies nativas se plantarán en los yerbales de las familias productoras de la cooperativa Kaá Porá Perutí, para promover la producción sustentable, la soberanía alimentaria y la recuperación de especies clave para la fauna local.
“Es muy importante ver cómo podemos incluir árboles nativos en nuestra producción y devolverle a la selva lo que es de la selva”, expresó Cristian Cabrera, cacique mburuvichá de la comunidad, ubicada en el municipio de El Alcázar, departamento de Montecarlo, en la zona centro-norte de Misiones.


Con el acompañamiento del Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI), la comunidad Perutí avanza hacia la construcción de su propio secadero, tras haber concretado sus primeras ventas de yerba mate agroecológica con identidad comunitaria: 90 paquetes de 250 gramos producidos, secados y empaquetados en alianza con la empresa Moringa Fidel.
Productores rurales hacen crecer el monte
El mismo día Hora de Obrar distribuyó 6.000 plantines en Colonia Delicia, en el departamento de Eldorado, en el noreste de Misiones. Allí, la Cooperativa Colonia Delicia reúne a familias agricultoras que resisten desde hace más de una década por el derecho a la tierra y por un modelo productivo basado en la agroecología y la soberanía alimentaria.
“Es una alegría tener estos plantines nativos, porque ya no existe más monte. Es como volver a la infancia, cuando podíamos salir a comer la fruta de algún árbol”, compartió Mario Durán, uno de los productores y miembro de la Unión de Trabajadores de la Tierra.
Con el acompañamiento de SEDi, la cooperativa ha logrado fortalecer su trabajo colectivo, mejorar sus condiciones de producción y concretar espacios comunitarios como la “Casa de la Semilla”, dedicada al resguardo de variedades nativas y criollas. Hoy, en un contexto desafiante para la agricultura familiar, la cooperativa sigue apostando por prácticas sostenibles —como la reforestación de yerbales con especies nativas— que regeneran el suelo, cuidan la selva misionera y sostienen el arraigo de las familias en el territorio.

Crece Selva Misionera: restaurar el monte, cuidar la vida
Con esta acción el programa Crece Selva Misionera sigue promoviendo técnicas agroforestales, restauración ecológica y educación ambiental para proteger los ecosistemas de la Selva Paranaense, uno de los más biodiversos y amenazados del planeta.
“Cada plantín representa un gesto de esperanza, pero también de justicia. Reforestar no solo es cuidar la naturaleza, sino cuidar las vidas que dependen de ella: las familias rurales, los pueblos indígenas, los animales, el agua”, expresó Romario Dohmann, responsable de proyectos de Justicia Climática en Hora de Obrar.
Hora de Obrar reafirma su compromiso con el cuidado de la Casa Común y con un modelo de desarrollo que une la justicia ambiental con la justicia social.