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Quince familias productoras bovinas intercambian conocimientos, asesoramiento y experiencias de pastoreo regenerativo como alternativa más sostenible, solidaria y respetuosa con el ambiente.

El Caraguatá es una nativa con espinas que crece en nuestro suelo, conservando la humedad, y así protege, resguarda brotes y semillas. Con este nombre, desde 2021, una red de familias y empresas productoras de ganado se apoya colectivamente frente a los desafíos asociados al modelo productivo tradicional en Entre Ríos.

El pasado 10 de junio, en articulación con la Fundación Hora de Obrar, el grupo Caraguatá visitó el Establecimiento Doña Norma en la colonia El Potrero, junto al ingeniero agrónomo Maximiliano Nissero. Los y las participantes observaron la calidad del suelo, dialogaron sobre el tipo de pasturas, cómo organizar el manejo del rodeo y qué alternativas se pueden explorar frente al cambio climático y el desgaste de la tierra.

“Las reuniones en los campos nos permiten evaluar y corregir errores a través de las sugerencias que aportan cada uno de los productores y así consolidar los objetivos de la ganadería regenerativa”, indicó el productor Ricardo Godoy y destacó el aporte de conjunto que “permite encontrar nuevas ideas y transmitirlas a otros”.

El grupo recorrió evaluó las condiciones de pastura y compartió inquietudes, cálculos, consejos y preguntas. Desde técnicas sobre el uso de sales, melaza o fertilizantes naturales, hasta cómo aprovechar mejor el espacio para una rotación más eficiente

“Observando un lote con espinillos que renacieron tras la sequía, surgió el debate: ¿intervenir con herbicidas?, ¿sembrar entre los árboles?, ¿dejar crecer un monte? Las posturas fueron diversas, pero lo que prevaleció fue el respeto mutuo y el deseo común de buscar opciones que no hipotequen la vida del suelo”, celebró el pastor y coordinador de la Pastoral para el Cuidado de la Creación de Hora de Obrar, Jorge Weishein.

“Estas experiencias tienen cada vez más valor en un mundo que empieza a preguntarse por las consecuencias del daño ambiental. Y lo que más emociona es la forma en que se vinculan: comparten sueños, saberes, preocupaciones, se animan a pensar juntos. Eso ya es una forma de transformar la realidad”, expresó Weishein.Este tipo de trabajos de reflexión y acción colectiva demuestran que la esperanza también se siembra en comunidad. Desde Hora de Obrar, seguimos acompañando y aprendiendo de estas experiencias donde la fe se expresa en el compromiso cotidiano por el cuidado de la creación.

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