La Junta Directiva de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE) se reunió con el Ministro de Desarrollo Social de Argentina, Daniel Fernando Arroyo. El encuentro se realizó de manera virtual y tuvo como objetivo brindar un panorama del trabajo que las iglesias miembros realizan en torno a la emergencia humanitaria que atraviesa el país a raíz de la irrupción del COVID-19.
Como parte de la agenda, desde la FAIE se dio a conocer la fuerte presencia que varias de sus iglesias tienen en el conurbano bonaerense y en barrios de emergencia de la capital federal, así como en otras grandes ciudades del país. Esto nos permite tener un panorama certero de lo que está pasando, que se compartió con el Ministro Arroyo. FAIE acentuó que, a pesar de los dispositivos de las políticas públicas dispuestas en este último tiempo, sería necesaria una presencia más fuerte por parte del Estado, dado que la ayuda provista no está llegando a lo profundo de este escenario, por distintas razones.
Estuvieron presentes el pastor Osvaldo Corazza (Ejército de Salvación), vicepresidente y responsable del área de Emergencias de FAIE, pastor Sergio Bertinat (Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata), pastor Marcelo Castro (Iglesia Evangélica Pentecostal Misionera), pastora Marcela Mercuri (Centro Cristiano Nueva Vida), Luis Ma. Alman Bornes (Iglesia Anabautista Menonita), Ana De Medio (Iglesia Discípulos de Cristo), y Nicolás Rosenthal (Fundación Hora de Obra de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata).
El pastor Néstor Miguez (presidente FAIE) acompañó la delegación. Durante la hora que duró la entrevista, dialogaron sobre las problemáticas que atraviesan las distintas comunidades más vulnerables de nuestro país, como así también, sobre la proyección de colaboración mutua entre la FAIE y el Ministerio de Desarrollo Social.
También, se remarcó que la mayoría de las comunidades religiosas están proveyendo con alimentos básicos y productos de limpieza a muchas familias y a personas en situación de calle, en las distintas provincias de la Argentina. Allí se destacó que junto a las ayudas materiales es necesaria la contención emocional y espiritual. Por otro lado, con los pueblos originarios, a través de la Junta Unida de Misiones se está elaborando un trabajo en red para que cuenten con material plurilingüe de contención y de ayuda durante el aislamiento. Estas zonas rurales son muy vulnerables ya que un porcentaje alto de su población cuenta con problemas de salud preexistentes.
El Ministro Arroyo se mostró muy abierto a lo planteado y propuso la construcción de un camino conjunto de salida del COVID-19. Este recorrido buscará desarrollar una nueva política social no solo para la actual coyuntura, sino para el tiempo que vendrá posterior a la pandemia.
Finalmente, ambas partes reunidas acordaron en avanzar en instancias de colaboración mutua para visualizar el tipo de país y sociedad que todos y todas queremos que emerja tras la crisis.