Limpieza del Río Uruguay: sacaron tres toneladas de basura

Medio centenar de personas reafirmó su compromiso con el ambiente recolectando residuos a lo largo de dos kilómetros de ribera en Alba Posse.

Los voluntarios y voluntarias levantaron tres toneladas de botellas y bolsitas plásticas, restos de vidrios y metales acumulados en esa zona durante una mañana del sábado 13 de abril. La jornada estuvo liderada por la Fundación Protestante Hora de Obrar y contó con el apoyo y participación del intendente de Alba Posse, Lucas Gerhard.

La participación en la recolección del Ministerio de Ecología, los Bomberos Voluntarios de Santa Rita, la Prefectura Naval Argentina, la Comunidad de la Congregación Evangélica Alto Uruguay de la Iglesia del Río de la Plata, y los vecinos de Alba Posse reflejó el compromiso conjunto por el cuidado de la creación, una perspectiva que trasciende las fronteras religiosas se convierte en un llamado universal a la acción.

«Fue una experiencia muy emocionante pero estoy muy sorprendida por la cantidad de basura que hemos juntado». Y agregó «creo que debemos tener conciencia y promover la educación respecto a los residuos que generamos y la contaminación que genera», expresó Julia Pereyra, una vecina voluntaria de la localidad de 25 de Mayo.

Por su parte, Romario Dohmann, coordinador de  proyectos ambientales de la Fundación Hora de Obrar, reflexionó sobre el impacto de la jornada y la creciente participación ciudadana en estas actividades. «Vemos que se van sumando más personas a estas acciones y, por sobre todo, también más instituciones», expresó. «Que se hayan juntado un poco menos residuos que ediciones anteriores nos permite tener una lectura amplia y entender que vale la pena el esfuerzo de ir generando conciencia con este tipo de actividades».

Esta jornada no solo representó un esfuerzo por limpiar nuestras costas, sino un llamado a la acción continua sobre la importancia de proteger y preservar nuestros ríos. En un mundo donde los desafíos ambientales son cada vez más apremiantes, estas iniciativas comunitarias demuestran que se puede marcar la diferencia y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.

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Hora de Obrar presente en la Conferencia de la Mujer de la ONU

Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a reforzar la financiación para erradicar la pobreza de las mujeres y las niñas. Cómo fue la participación de la delegación de ACT Alianza que integró la fundación.

Luego de dos semanas intensas de negociaciones en las oficinas de Naciones Unidas en Nueva York, los estados miembros finalmente acordaron un documento que los compromete a acelerar el logro de la igualdad de género y terminar con la pobreza de mujeres y niñas.

“Fueron discusiones a contrarreloj con el riesgo cada vez más intenso de no llegar a un acuerdo”, detalló Mariana Malgay, coordinadora de comunicación de Hora de Obrar, que participó de la primera semana de la 68ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW68), como integrante de la comunidad de práctica para la justicia de género de América latina y el Caribe de ACT.

“En esta CSW para nosotras fue importante traer a la discusión el tema del financiamiento, particularmente, desde los países en desarrollo y demandar justicia y corresponsabilidad a los gobiernos más ricos, porque esa riqueza la generan con un modelo extractivista de nuestros recursos”, comentó Malgay.

“En este sentido, es clave descolonizar la cooperación internacional. ¿Qué quiere decir esto? Por ejemplo, que los criterios para armar un proyecto de desarrollo sean los de las comunidades locales, que se flexibilicen los niveles de burocracia y que se apoyen proyectos a largo plazo que permitan transformaciones más profundas”, explicó. Este aspecto también se reflejó en las recomendaciones acordadas: implicar y financiar a las organizaciones de mujeres para hacer frente a la pobreza.

El documento acordado reconoce que la arquitectura financiera internacional no es adecuada para un mundo en crisis y pide reformas que permitan a los países movilizar e invertir recursos para la igualdad de género: aliviar las deudas, regímenes fiscales progresivos y garantizar recursos públicos para las necesidades y los derechos de las mujeres y las niñas.

“Desde América latina se impulsa hace muchos años una agenda, con aportes de los movimientos de mujeres y feministas, para avanzar hacia una sociedad del cuidado. Esto quiere decir que empecemos a entender el cuidado como derecho, como necesidad y como trabajo. Y esto afecta principalmente los proyectos de vida de las mujeres y las niñas”, puntualizó.

“Por otro lado también como organizaciones de fe tenemos un rol que se vuelve cada vez más importante, que tiene que ver con visibilizar, argumentar y hacer incidencia desde una perspectiva de fe y de derechos, como dos dimensiones que no se contraponen. Esto es crucial porque hay Estados y coaliciones de Estados que instrumentalizan los textos sagrados, también en los ámbitos de la ONU, para impedir que las mujeres y las niñas tengan mejores posibilidades de desarrollo”, explicó.

En esta línea destacó el trabajo que viene haciendo Hora de Obrar junto a la comunidad de práctica de género de ACT: “Hay que trabajar en territorio junto a las más vulnerables primero y también hay que aprovechar este tipo de oportunidades como la CSW para dialogar con gobiernos, como nos tocó a nosotras, y llamar la atención a esos funcionarios y funcionarias que toman decisiones sobre nuestras vidas, muchas veces con comodidad y tranquilidad e incluso falta de evidencia y compromiso”, concluyó.

La CSW68 es el mayor encuentro de las Naciones Unidas sobre igualdad de género. Reunió a líderes mundiales -incluyendo dos jefaturas de Estado, tres figuras vicepresidenciales y más de 100 representantes ministeriales- y a 4.800 miembros de organizaciones de la sociedad civil, lo que supuso la segunda mayor asistencia de la historia de la CSW.

Organizaciones de fe de la Alianza ACT se han asociado con gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, expertas y defensoras de todo el mundo para amplificar llamados colectivos para avanzar en la justicia de género.

Más de 30 miembros de ACT asistieron y abogaron activamente en CSW68.

  • Coorganizaron 4 eventos paralelos sobre reacciones/revoluciones de financiamiento, justicia climática/de género, igualdad en la ley familiar y trabajo de cuidado no remunerado.
  • Coorganizaron 4 eventos en paralelo sobre el «Movable Middle» (el centro móvil), justicia fiscal, justicia económica feminista y mujeres en migración.
  • Coorganizaron 1 mesa redonda privada sobre fe, y género, paz y seguridad.
  • Se asociaron con 7 gobiernos y 2 agencias de la ONU en diferentes eventos paralelos.
  • Produjeron aportes escritos y análisis sobre 3 borradores de conclusiones acordadas.
  • Concretaron 4 reuniones bilaterales y contribuyeron a otras 4 reuniones bilaterales.
  • 4 miembros de ACT contribuyeron a sus delegaciones nacionales en CSW68.
  • Pronunciaron 2 declaraciones (orales y escritas) en CSW68.
  • Realizaron 1 taller presencial, 4 seminarios web virtuales y 2 círculos de conversación para preparar su participación colectiva basada en la fe para avanzar en la justicia de género y contrarrestar reacciones, en #ElCaminoHaciaLaIgualdad.

*ACT Alianza es una red global de más de 130 iglesias y organizaciones basadas en la fe que trabajan juntas en más de 120 países para crear cambios positivos y sostenibles en la vida de las personas pobres y marginadas, independientemente de su religión, política, género, orientación sexual, raza o nacionalidad.

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Haciendo puentes: Encuentro de Diaconía en Misiones

Más de 45 personas de diversas comunidades, obras y organizaciones vinculadas a la Iglesia Evangélica del Río de la Plata se reunieron con el fin de elaborar estrategias concretas para fortalecer la tarea diacónica de la iglesia en el distrito, en línea con los cuatro ejes de su misión: evangélica, profética, diacónica e inclusiva.

Se trabajó en mesas de trabajo, donde se discutieron los problemas que motivan la intervención en la realidad, las injusticias que reclaman atención, las personas a las que se debe acompañar y sostener, así como los aspectos que generan desigualdad en la búsqueda de una vida plena para todas las personas. Las mismas se enriquecieron con testimonios conmovedores que destacaron cómo la diaconía ha transformado vidas y comunidades enteras. Desde experiencias personales hasta proyectos colectivos, evidenciando el impacto tangible de la diaconía en la sociedad.

Los temas abordados fueron diversos y reflejaron la complejidad de los desafíos sociales actuales. Desde el trabajo con comunidades originarias hasta la lucha por la justicia en la salud y la conciencia ambiental, cada discusión fue un paso hacia la comprensión más profunda de las necesidades de quienes nos rodean.

En este sentido, las reflexiones y propuestas surgidas del encuentro fueron igualmente inspiradoras. Destacando la importancia del acompañamiento activo trabajando con la metodología AJI de escucha activa para permitir que la voz del otro se exprese libremente, sin aconsejar, juzgar ni interpretar. Promoviendo el trabajo integrado con comunidades originarias, la juventud de la Iglesia, y las acciones ambientales, educativas y de salud que se realizan en las diversas congregaciones.

En palabras del pastor Mario Bernhardt, la diaconía es «seguir transmitiendo el amor de Dios», un compromiso profundo que transforma tanto a quienes lo reciben como a quienes lo ofrecen. La diaconía es, en última instancia, un estilo y un propósito de vida que llama a servir y amar a la comunidad con alegría y esperanza, respondiendo al llamado de Jesus, de amar al prójimo sin distinciones.

Este encuentro distrital no solo fue un espacio de reflexión y diálogo, sino también un compromiso renovado con la tarea de construir un mundo más justo y solidario. La diaconía continúa siendo una fuerza poderosa que impulsa el cambio y la transformación en nuestra sociedad, y la Fundación Hora de Obrar se enorgullece de haber acompañado al distrito en la organización de este encuentro junto al Servicio Evangélico de Diaconía (SEDi); y reafirma su compromiso de seguir trabajando en colaboración con todas las comunidades diacónicas para construir una sociedad más justa, equitativa y solidaria para todas las personas.

Memoria del encuentro:

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Cómo mejoró la vida de mujeres y niñas indígenas con luz y agua segura

La Fundación Hora de Obrar ya finalizó 27 obras de infraestructura de agua y electricidad en comunidades indígenas Mbya Guaraní de la zona de Ruiz de Montoya con financiamiento de la Unión Europea. “Ya no tengo que caminar con mis hijos medio kilómetro para lavar la ropa y los platos o buscar agua para tomar».

Muchas comunidades indígenas en Misiones están accediendo por primera vez a los servicios básicos a través del apoyo del proyecto Tape Porã de la Fundación Hora de Obrar. Estas mejoras representan un avance en términos de desarrollo local y salud comunitaria y también tienen un impacto diferenciado en la calidad de vida y las oportunidades para mujeres y niñas.

En la aldea Tajy Poty, por ejemplo, se instaló una bomba de agua que marca el inicio en el acceso a servicios básicos. «Ahora, con la pileta y agua en la comunidad, ya no tengo que caminar con mis hijos medio kilómetro para lavar la ropa y los platos o buscar agua para tomar», comenta Ceferina Morínigo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las mujeres y las niñas se encargan de ir a recoger agua en 7 de cada 10 hogares sin agua corriente. Por eso Ceferina y todas las mujeres y niñas de estas comunidades tienen ahora más tiempo para dedicar a su salud, educación, el cuidado de la comunidad, su desarrollo personal y también al esparcimiento.

“Estas obras tienen un impacto directo en la vida de las mujeres que es muy concreto. Ellas son las que caminan kilómetros en áreas rurales para llenar bidones o baldes de agua de los ríos y vertientes y traerlos a sus hogares para preparar alimentos. Ellas son las que lavan la ropa de la familia mientras están al cuidado de sus hijos e hijas. Eso implica trasladar grandes cantidades de peso cada día y exponerse a riesgos de sufrir daños corporales y otros peligros en el camino. También la electricidad permite conectar pequeños electrodomésticos y conservar alimentos en la heladera”, destacaron desde la Fundación Hora de Obrar. Estas iniciativas garantizarán que más de mil personas mbya guaraní accedan a luz y agua segura.

Hay otro logro relacionado con la autonomía de las mujeres indígenas: Ceferina decidió capacitarse para mantener y reparar las nuevas instalaciones, junto a otros miembros de la comunidad. “Por primera vez, muchas mujeres tienen la oportunidad de adquirir habilidades técnicas que les empoderan y les permiten contribuir de manera más activa al bienestar de sus familias y comunidades”, destacó el equipo del proyecto.

Esto es posible porque desde el comienzo ellas tomaron decisiones sobre el diseño de las instalaciones de agua y luz con la colaboración del personal técnico de Tape Pora. “Las obras se pensaron junto a las mujeres, hablando con ellas, para entender dónde colocar las piletas y las canillas o dónde y cuántos tomas colocar”, relataron desde la Fundación Hora de Obrar.

Dado que el abordaje del proyecto es integral, además de garantizar agua segura para consumo y uso doméstico, también acompañó a las comunidades indígenas en la instalación de infraestructuras complementarias, como protección de vertientes y construcción de reservorios de agua, contribuyendo así a la gestión sostenible de este recurso vital.

Ya se concretaron los trabajos en 13 aldeas, donde se realizaron 27 obras que incluyen la instalación de tomas de agua con bomba, cañerías y piletas con canillas en los hogares. El objetivo estará cumplido con la finalización de las obras en otras 3 aldeas indígenas.

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Hora de Obrar se suma a la Red de Fe por la justicia climática

La Red tiene como objetivo principal articular grupos y organizaciones religiosas y espirituales diversas para fortalecer su capacidad de respuesta e incidencia frente a la crisis climática y ecológica. Esta adhesión fortalece el compromiso de Hora de Obrar con los valores y principios para el cuidado de la creación y la promoción de la justicia ambiental.

Esta asociación tiene como misión impulsar cambios sociales, culturales y espirituales para promover acciones resilientes frente a la crisis climática y encontrar un estilo de vida que respete el valor sagrado, los ciclos y el equilibrio de y entre los ecosistemas.

Su metodología se enfoca en procesos de sensibilización, conciencia ecológica, entrenamiento y formación de capacidades y liderazgos en las diversas comunidades y organizaciones. Además, se promueve el intercambio de buenas prácticas, el aprendizaje sobre metodologías y estrategias, el análisis de la situación sociopolítica del continente y la organización de entrenamientos, acciones de solidaridad e incidencia.

En cuanto a su estructura, la Red funciona con una organización horizontal, donde las decisiones son tomadas democráticamente por una asamblea compuesta por representantes de los miembros. La coordinación es rotativa, lo que garantiza la participación equitativa de todos los involucrados.

«En Hora de Obrar, creemos firmemente en el poder de la colaboración y la acción colectiva para abordar los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo. Con nuestra participación en la Red de Fe por la Justicia Climática, reafirmamos nuestro compromiso de trabajar activamente en la construcción de un mundo más justo y sostenible para las generaciones presentes y futuras.» Comenta Nicolás Rosenthal, director ejecutivo de Hora de Obrar.

La Red está abierta a comunidades, grupos y organizaciones religiosas y espirituales, así como a aquellos que trabajan el tema de religión y medioambiente en los territorios de Latinoamérica, el Caribe y Abya Yala*. Actualmente participan el Seminario Luterano del Pacífico, Tearfund, la Red Iglesias y Minería, el Equipo Verde de la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica, el Ministerio Ecológico Presbiterio de San Juan de Puerto Rico, la Red del Consejo Latinoamericano de iglesias- CLAI, la Mesa Ecoteológica Interreligiosa de Bogotá DC (MESETI), la Federación Universal de Movimientos Estudiantiles Cristianos para América Latina y el Caribe, el programa Fé no Clima de ISER de Brasil, la Red Lausana por el Cuidado de la Creación, Fundación Hora de Obrar de Argentina, La Alianza Interreligiosa y Espiritual por el Clima de Chile (AIEC Chile) y Memoria Indígena.

*Abya Yala es el término con que los Indios Cuna (Panamá) denominan el continente americano en su totalidad (significa "tierra en plena madurez") y fue sugerido por el líder aymara Takir Mamani, quien propone que todos los indígenas lo utilicen en sus documentos y declaraciones orales. En la red lo sugirió Memoria Indígena como un nombre alternativo y descolonizado para el territorio en que trabaja.
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