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Con el proyecto de reforestación Crece Selva Misionera Fundación Hora de Obrar se propone duplicar la cifra durante 2022 para mitigar los efectos del cambio climático. Mientras tanto escasean las lluvias y se propagan los incendios en la provincia.

«Esta clase de proyectos son muy importantes porque involucran a nuestro futuro», remarcó Ayelén Rieger, una de las voluntarias de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata que se sumó en la mañana del sábado 18 de septiembre a la segunda plantación de masiva del proyecto Crece Selva Misionera. Allí una centena de voluntarios y voluntarias reforestaron cinco mil árboles nativos a la vera del arroyo Elena de Eldorado.

La última plantación masiva se había realizado en el mes de abril en la localidad de Puerto Rico, en la reserva eco turística del Monte Seguín, donde se reforestaron tres hectáreas en las que fueron plantados 2.500 árboles.

El evento coincidió con el Día Mundial de la Limpieza, fecha que se estableció para motivar la recolección de residuos en los espacios públicos en todo el mundo. Es por eso que la jornada inició con la limpieza de basura en la zona del arroyo Elena, un afluente del Río Paraná que corre en la localidad de Eldorado.

Crece Selva Misionera se propone recuperar 300 hectáreas de Selva Misionera e involucrar a más de 25 municipios de la provincia de Misiones. Se trata de una acción necesaria para filtrar la escorrentía del agua de lluvia y mantener el caudal de los arroyos, para la conservación, la conectividad de las áreas de bosque y la fijación de carbono.

Cualquier persona que quiera acompañar esta iniciativa puede seguir realizando una donación online de plantines de forma rápida y segura en https://bit.ly/creceselvamisionera. 

Por consultas contactarse a desarrollo@horadeobrar.org.ar.

La sequía acumulada y la propagación de los incendios

En Misiones hay una preocupación por la propagación de incendios que amenazan a la Selva Misionera. Lamentablemente la mayor parte de los fuegos se producen por negligencia humana. 

Esto se da en un contexto de altas temperaturas y un fuerte déficit de lluvias, que se viene acumulando desde 2019. La crisis hídrica se manifestó de forma muy clara este año con una bajante histórica del Río Paraná, el segundo río de mayor caudal de Sudamérica.

Este tipo de fenómenos climáticos están siendo alterados debido al calentamiento global. No se está registrando una alternancia entre “El Niño” y “La Niña” y esto genera drásticos cambios en el clima. Esta situación afecta también a las especies que viven en los ríos, ya que no tienen espacio donde moverse y que a futuro puede afectar su reproducción.

Incendio en Paraje Nueva Argentina, en Wanda. Las llamas consumieron varios kilómetros de forestación y en el lugar se trabajó hasta con helicóptero. Foto: Primera Edición.

El problema se vincula directamente con de la deforestación en Sudamérica. Desde el comienzo del siiglo XXI, la expansión de la frontera agropecuaria es una realidad que ha convertido a esta región del mundo en un “desierto verde” de más de 54 millones de hectáreas. 

Según datos de la FAO, anualmente América del Sur tuvo una pérdida neta de bosques de 2,6 millones de hectáreas durante el período 2010-2020.

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