Cuidar la creación: un sueño que florece en Montecarlo

Con el apoyo de la Fundación Hora de Obrar y el INTA, niños, niñas y jóvenes de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata cultivan árboles nativos, alimentos orgánicos y, sobre todo, el compromiso ambiental. En 2025, el proceso dio un paso más: los árboles germinados fueron plantados en el predio recreativo de los Bomberos Voluntarios de Montecarlo.

Un invernadero, construido a principios de 2024, marcó el inicio de talleres y capacitaciones orientadas a la producción de árboles nativos, alimentos orgánicos y al fortalecimiento de la conciencia ambiental.

El proyecto “Cuidemos la Creación” nació como un sueño compartido por la congregación de Montecarlo de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en Misiones. El impulso inicial vino con el acompañamiento técnico del INTA y el apoyo del Programa de Promoción para el Cuidado de la Creación de la Fundación Hora de Obrar. 

La ingeniera forestal Doris Bischop, referente del INTA, fue una de las impulsoras de esta propuesta: “queríamos combinar el cuidado del medioambiente con la producción de alimentos saludables, involucrando a las familias y, sobre todo, a los y las jóvenes. Este vivero es la materialización de ese sueño”, señala.

Durante el proceso, niñas, niños y adolescentes participaron activamente en todas las etapas: germinaron los plantines, los regaron, los trasplantaron y cuidaron en el vivero de la iglesia, donde también se mantiene una huerta comunitaria. 

Un año después, quienes forman parte del grupo de confirmación realizaron una jornada de plantación de esos árboles en el complejo de los Bomberos Voluntarios de Montecarlo, con el compromiso de regresar para regarlos y seguir su crecimiento.

“Cada chico eligió el árbol que quería plantar, investigó sus propiedades y preparó un cartel con su nombre y el del árbol. Hoy los plantaron, colocaron los carteles y se comprometieron a volver para cuidarlos. Para ellos, es una experiencia transformadora”, relata Doris.

Entre las especies plantadas se encuentran frutales nativos como pitanga, guavirá, cañafístola, siete capotes y también ejemplares de palo rosa. Queremos que los chicos reconozcan los árboles nativos, valoren su aporte y comprendan los tiempos de la naturaleza. Hay árboles que tardarán años en dar frutos, pero ellos ya saben que cuidar la vida es un compromiso a largo plazo”, agrega.

Jorge Buschiazzo, pastor de la congregación, destaca el valor pedagógico y espiritual de esta propuesta: “desde la catequesis con los más pequeños hasta los talleres de confirmación con adolescentes, todos participan de este programa. Germinan, trasplantan, cultivan, aprenden sobre las plantas y también motivan a sus familias. Estamos educando desde los hijos a los padres: son los chicos quienes hoy contagian a sus familias el compromiso con el cuidado de nuestra casa común”.

El proyecto ha demostrado ser mucho más que una iniciativa ambiental. Las familias han replicado las prácticas en sus hogares, y la comunidad local se ha sumado a las actividades. “El objetivo es que este vivero no solo beneficie a nuestra congregación, sino que sea un recurso para toda la comunidad de Montecarlo”, señala Mateo Fischer, referente de proyectos ambientales de la Fundación Hora de Obrar.

La espiritualidad también tiene un espacio en este proceso. Una de las tradiciones que más conmueve a la comunidad es la entrega de un árbol a cada joven que se confirma. A partir de ahora, esos árboles serán producidos en el vivero de la iglesia: “es un símbolo hermoso. El árbol crece junto con su fe y es una manera de recordarnos el vínculo con la creación”, explica Irina Lorenz, joven referente del grupo.

Los resultados ya son visibles: plantines de especies nativas, flores ornamentales, huertas comunitarias y ahora también árboles creciendo en un espacio público, cuidados por sus propios sembradores. Más aún, se trata de un modelo de educación ecológica, basado en la experiencia, la espiritualidad y la participación intergeneracional.

Para Doris Bischop, el impacto va más allá de lo técnico: “este proyecto nos ha unido como comunidad. Vemos a los chicos más comprometidos, a las familias involucradas y a una iglesia que transmite con acciones el mensaje de que la creación es un regalo que debemos cuidar entre todos”.

Se estrenó “Miradas” el corto producido por jóvenes en Santa Fe

Una joven mochilera llega al pueblo de Humboldt y observa los vínculos, las costumbres y las conversaciones de sus habitantes para evocar aquello que parece haber quedado en el tiempo.

La Fundación Hora de Obrar, junto a la productora Bardo del Bueno, llevó adelante un taller intensivo de cine comunitario orientado a trabajar la salud mental con la juventud en la Comunidad Evangélica de Humboldt.

Tras intensas jornadas de trabajo colaborativo lideradas por Martín Elsesser, coordinador del proyecto de diaconía comunitaria de la Fundación Hora de Obrar, los y las jóvenes santafesinas planificaron, guionaron y produjeron “Miradas”

“Me gustó compartir recuerdos y memorias, aunque después me dio vergüenza verme en el corto”, comentó uno de sus protagonistas.

La experiencia artística permitió explorar aspectos afectivos de su vida cotidiana y, al mismo tiempo, adquirir herramientas técnicas que favorecen la alfabetización audiovisual.

La propuesta metodológica busca transformar inquietudes y emociones en relatos visibles a través del arte. El cine comunitario invita así a construir historias colectivas para expresar lo que sienten y viven las comunidades en sus territorios y poner en el centro la voz juvenil.

De esta manera la producción de un corto logró abrir un espacio de confianza, pertenencia, aprendizaje y creación colectiva, en el que las juventudes encontraron nuevas formas de hablar de sí mismas y de su comunidad.

El distrito Paraguay celebró su Fiesta de la Iglesia

Más de 240 personas reunidas en Katueté para compartir la alegría de volver a encontrarse como comunidad viva. Hora de Obrar dijo presente en esta jornada marcada por la alegría y esperanza.

Bajo el lema «Por eso, el más insignificante entre todos ustedes, ése es el más importante» (Lucas 9:48b), las doce congregaciones que integran la Federación de Iglesias del Paraguay (FEDIPA) se reunieron el pasado 20 de julio en la Congregación Evangélica de Katueté, anfitriona del evento, para celebrar juntas su fe y su caminar comunitario.

La jornada comenzó con un culto con Santa Cena presidido por el cuerpo ministerial del distrito. Martín Elsesser, referente de diaconía comunitaria de la Fundación Protestante Hora de Obrar, coordinó la dinámica central, en la que los lazos entre las comunidades fueron representados con cintas que convergían en una cruz, como signo de unidad y misión compartida. Así, se tejió una red que recordó que la Iglesia es un cuerpo diverso, sostenido por la solidaridad y la colaboración.

Durante la colecta se recaudó el equivalente a 30 kilos de alimentos para la campaña de emergencia alimentaria de la Fundación. El director de Hora de Obrar, Nicolás Rosenthal agradeció el gesto y expresó: “Es testimonio de la gran solidaridad de circula en estas comunidades comprometidas”.

Tras el culto, la comunidad se trasladó en procesión al salón de actos, donde cada congregación y organización invitada presentó su propio stand: espacios llenos de historia, fotos, símbolos, comidas típicas y actividades que muestran la vida activa y comprometida de las iglesias. 

El almuerzo ofreció un delicioso cerdo con mandioca, que fue compartido con entusiasmo por todas las personas presentes. La tarde continuó con juegos, dinámicas grupales y un espacio de reflexión sobre los ejes fundamentales de la IERP: ser una iglesia evangélica, profética, diacónica e inclusiva.

Esta celebración fue especialmente significativa, ya que se trató del primer gran encuentro distrital desde la conmemoración de los 500 años de la Reforma. Un reencuentro esperado, necesario y profundamente emotivo.

345 personas recibieron abrigo en Bahía Blanca

La Fundación Hora de Obrar finalizó una nueva etapa del acompañamiento a las familias afectadas por las inundaciones ocurridas en marzo. Muchas aún cocinan a leña, no cuentan con acceso a agua potable y enfrentan condiciones habitacionales precarias.

Durante los días 18 y 19 de julio se entregaron 230 frazadas de una y dos plazas , beneficiando directamente a 115 familias, gracias a las donaciones recibidas para la campaña de emergencia impulsada por Hora de Obrar y la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.

Nicolás Rosenthal, director de Hora de Obrar reiteró el agradecimiento a todas las personas y organizaciones involucradas en esta acción solidaria: “Desde los voluntarios y voluntarias de las iglesias locales en Bahía, que hicieron un trabajo fundamental con la logística y la comunicación, las personas en la iglesia que hicieron su donación y difundieron la campaña, hasta el equipo técnico liderado por el experto en gestión de riesgos y desastres, Lic Jorge Fernández, vaya nuestro más sentido agradecimiento”.

La acción tuvo lugar en el Centro Comunitario Villa Talleres, un espacio que fue central en el acompañamiento de las familias desde el inicio de la emergencia. Allí se concentró la entrega de frazadas y el encuentro con vecinas y vecinos, en una jornada marcada por la escucha. Es que la situación en el barrio sigue siendo crítica: muchas familias aún cocinan a leña, no cuentan con acceso a agua potable y enfrentan condiciones habitacionales precarias que se agravaron tras las inundaciones. En ese contexto, el abrigo entregado no fue solo un recurso material, sino también un gesto de cuidado y contención en medio de una realidad que todavía duele y exige respuestas integrales.

Con esta acción termina la etapa de distribución de elementos básicos iniciada en abril, cuando, con el apoyo del Foro ACT Alianza Argentina, la Fundación Hora de Obrar y CREAS entregaron 300 kits de limpieza, materiales eléctricos y de purificación de agua, alcanzando a 946 personas en cuatro barrios bahienses. También se realizaron talleres psicosociales para voluntarios y voluntarias durante la Semana Santa.

Pero el acompañamiento no concluye aún: en los próximos meses se llevarán a cabo nuevos encuentros de apoyo psicosocial con las familias del barrio Villa Talleres, para seguir fortaleciendo desde la escucha, la fe y el cuidado emocional.

Este trabajo sigue siendo posible gracias a una red articulada de iglesias locales, organizaciones aliadas y personas que sostienen este compromiso con sus donaciones.

Jueves de Negro: con la mariposa en el corazón

En la apertura del Segundo Encuentro Sinodal, más de 120 mujeres de Argentina, Uruguay y Paraguay alzaron su voz contra las violencias que persisten en la sociedad y también dentro de las comunidades de fe. Un llamado a sanar, transformar y no callar.

El Instituto Línea Cuchilla en Ruiz de Montoya, se llenó de voces y abrazos al ritmo del reencuentro. Desde los siete distritos de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, más de 120 mujeres de Argentina, Uruguay y Paraguay comenzaron a llegar desde temprano para dar inicio al Segundo Encuentro Sinodal de Mujeres de la IERP, un espacio de espiritualidad y compromiso con la justicia de género.

La primera jornada cerró con un devocional en el que se conmemoró el Jueves de Negro, una campaña global del Consejo Mundial de Iglesias que denuncia la violencia sexual y de género y convoca a resistir desde la fe, la memoria y el compromiso activo. 

La coordinadora de la CoProMu, Eduvigen Schebela, abrió el devocional con palabras de aliento: “Nos reunimos como hijas de Dios para reafirmar nuestro compromiso y esperanza en la construcción de un mundo más justo, seguro y libre de violencia”.

El Salmo 65 fue proclamado como una afirmación de fe en un Dios que responde “con prodigios de justicia”. Así, la pastora Cristina La Motte compartió la reflexión sobre un Dios que no se desentiende del clamor del pueblo, que escucha la oración y riega la tierra con abundancia: “Las colinas se adornan de alegría; las praderas se visten de rebaños y los valles se cubren de trigales entre gritos de júbilo, y canciones”.

A continuación, la pastora Estela Andersen compartió la reflexión central del devocional: la historia de Tamar, narrada en 2 Samuel 13. El relato crudo de la violación de Tamar por parte de su hermano Amnón abrió un espacio de silencio denso, de esos que hablan por sí mismos. “La violencia contra la mujer ha permanecido en silencio por siglos”. Pero en el relato bíblico, como en la vida, el silencio no es sinónimo de olvido. “Ella se fue gritando”, se remarcó. Tamar rompe el vestido y se cubre con ceniza. 

Su dolor hizo público lo que se pretendía encerrar con llaves. A lo largo del análisis, surgieron preguntas inquietantes: ¿cuántas mujeres, como Tamar, son obligadas al silencio? ¿Cuántas veces el sistema, la familia o incluso nuestras iglesias han cerrado la puerta tras ellas? “No digas nada”, le dijo Absalón a su hermana. David, el rey, “a pesar de enojarse mucho, no actuó”. La indiferencia de los poderosos también es violencia.

Loriane Pereyra fue la encargada de guiar la oración comunitaria y sus palabras resonaron con fuerza en el corazón del auditorio: “Clamamos por la erradicación de todo tipo de violencia contra las mujeres en nuestras iglesias y en nuestra sociedad”, y también: “Danos la valentía para alzar nuestras voces contra la injusticia y para trabajar incansablemente por un mundo donde todas las personas, sin importar su género, puedan vivir con dignidad, respeto y oportunidades iguales.”

La campaña Jueves de Negro, impulsada por el Consejo Mundial de Iglesias, bebe de múltiples fuentes de resistencia: las Madres de Plaza de Mayo en Argentina, las Mujeres de Negro en Medio Oriente, las luchas de mujeres en Bosnia, Ruanda y Sudáfrica. Y ahora también, de las mariposas que volaron este jueves en Ruiz de Montoya.

El gesto litúrgico fue tan sencillo como poderoso: cada mujer fue invitada a depositar simbólicamente en un capullo sus dolores, experiencias o duelos, y a prenderse una mariposa negra, símbolo de resiliencia, libertad y transformación. En este acto, el dolor no quedó encerrado: se transformó en memoria visible, en fuerza compartida.

La bendición franciscana, leída por Deborah Cirigliano Heffel, cerró el devocional con palabras que conmueven y empujan a actuar: “Que Dios te bendiga con la ira frente a la injusticia, la opresión y la explotación de la gente, para que puedas trabajar por la justicia, la libertad y la paz (…) Y que Dios te bendiga con suficiente locura, para creer que tú puedes hacer una diferencia en este mundo, para que tú puedas hacer lo que otros proclaman que es imposible.”

Así terminó la primera noche del encuentro: con las mariposas revoloteando en el pecho, la Palabra latiendo en el cuerpo y el compromiso renovado en cada paso. La jornada siguiente traería talleres, más devocionales y aprendizajes colectivos. El espíritu está encendido y como decía el canto que acompañó el final:  “Yo soy quien te manda: no temas, camina conmigo.” 

“Que falte el pan en las mesas es un pecado”

Leonardo Schindler, pastor presidente de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, llama a sumarse a la campaña de emergencia alimentaria.

Durante su reciente visita al Centro de Día Arcángel Gabriel, de la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires (CEABA), el pastor presidente de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), Leonardo Schindler, invitó a los hermanos y hermanas de la iglesia a ser parte de una acción concreta: la campaña de emergencia alimentaria impulsada por la Fundación Hora de Obrar.

“´Cristo dijo ´yo soy el pan que da vida´”, expresó el pastor Schindler y agregó: “Que esté faltando el pan en las mesas de los hogares es una señal del pecado de este mundo.” 

En este sentido se refirió a las causas estructurales de esta injusticia: “Necesitamos de una transformación a nivel espiritual, pero también transformaciones sociales: justicia social, otras condiciones económicas, más trabajo y una mayor redistribución de la riqueza” .

Con estas palabras, el pastor presidente recordó que la fe se vive también en el compromiso con la justicia. Por eso, hizo un llamado urgente: “Hay una realidad que no puede esperar, que es el hambre”.

Sumate a la campaña de emergencia alimentaria

Con esta acción la Fundación Hora de Obrar busca brindar alimentación a más de 1000 personas de 14 centros de día. “Damos de las muchas cosas que el Señor nos da cada día a cada uno de nosotros y de nosotras”, invitó Schindler.

📦 Montos sugeridos:

🥕 10 kilos de alimentos — $32.000

🍎 5 kilos de alimentos — $16.000

🍞 2 kilos de alimentos — $6.500

Donar es un acto de fe y justicia.

Custodios del Territorio en Tres Arroyos: aprender cuidando

El proyecto del Colegio Holandés combina educación, participación ciudadana y trabajo territorial. A través del conteo de aves, recorridas por humedales y actividades comunitarias, estudiantes de todos los niveles se convierten en protagonistas del cuidado ambiental.

Con apoyo de Hora de Obrar, desde 2022, el Colegio Holandés de Tres Arroyos forma parte de la red Custodios del Territorio, un proyecto impulsado por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) para la conservación.

Cada año estudiantes de secundaria participan del Conteo Anual Simultáneo de Aves (CASA), una actividad de monitoreo colectivo que se realiza en todo el país en una misma fecha de octubre. Pero el trabajo va mucho más allá del conteo: involucra preparación previa, reconocimiento de especies, visitas al humedal y trabajo interdisciplinario en el aula.

En paralelo, los niveles inicial y primario también se suman al proyecto con actividades de exploración e indagación: conocen el ecosistema de humedal, reconocen flora y fauna local, y formulan preguntas que los conectan con la biodiversidad del lugar. Así se construye una experiencia educativa colectiva, situada y transformadora.

Un proyecto donde cada parte aporta y todas aprenden

Hora de Obrar, con su Pastoral de Promoción para el Cuidado de la Creación, financia los traslados a los humedales para los distintos niveles, apoya propuestas como la señalización de senderos ecológicos, la instalación de cartelería interpretativa y la creación de huertas escolares. Además, articula capacitaciones y promueve actividades que refuerzan el vínculo entre espiritualidad, justicia ambiental y trabajo educativo.

“Es un proyecto muy interesante porque acerca a los chicos a la naturaleza, a conocer ese espacio que por ahí a veces está muy cercano, pero no van. Aparte, los datos que ellos aportan, le sirven a la universidad para sus fines de investigación. Es una colaboración donde nos retroalimentamos entre todas las partes”, comentó la directora del ciclo inicial del Colegio Holandés de Tres Arroyo, Paula Presa.

Así cada niña, niño y adolescente que observa, registra, pregunta o cuida, se convierte en custodio activo de la creación.

Una red que siembra compromiso

“Los chicos quedaron encantados, estaban comprometidos en un 100% desde el primer día que les dijimos que íbamos a ir a la laguna, que íbamos a realizar este conteo de aves, y que iban a aprender a manejar las herramientas como los binoculares. Nos dimos cuenta que habían estudiado las guías porque reconocían muy bien a las aves, y eso es muy satisfactorio para nosotros como docentes” aportó Elena García, docente de biología del nivel secundario del Colegio Holandés de Tres Arroyos. 

Las alumnas que participaron de la actividad agregaron que se encontraban muy sorprendidas con la cantidad de aves y las especies que se podían ver tan cerca de sus hogares: “Tenemos que cuidar el medio ambiente y no contaminar para que los animales puedan tener su hábitat limpio y puedan vivir bien también” cerró Lara, de tercer año de secundaria.

Esta red ya echó raíces. En cada salida al humedal, en cada cartel creado por niñas y niños del jardín, en cada observación registrada por estudiantes de secundaria, se fortalece la idea de que cuidar también es una forma de conocer. Son experiencias de aprendizaje situado, donde la conservación deja de ser un contenido abstracto para convertirse en un gesto concreto de amor por el territorio y por la vida que lo habita.

Más de 150 personas celebraron Pentecostés y la diaconía en San Antonio

Con la música como hilo conductor, se compartió un culto festivo, actividades culturales e intercambio de experiencias diacónicas en una jornada abierta a la comunidad.

Con alegría, colores, cantos y en comunidad. Así se celebró el pasado domingo 8 de junio la tradicional Fiesta de Pentecostés y fiesta de la diaconía. El evento congregó a más de 150 personas en las instalaciones de la comunidad de Aldea San Antonio que renovaron de esta manera el compromiso de una iglesia viva, diacónica y esperanzada.

La celebración comenzó con un culto festivo que invitó a pensar la misión de cristianas y cristianos a partir de la imagen de la flor del penacho, que desparrama sus semillas al viento. Así también el Espíritu empuja a salir, a correrse de la comodidad, a sembrar con confianza. El mensaje fue acompañado por el coro de la comunidad de Concordia, que sumó su voz durante el culto y luego brindó una presentación musical junto al coro de la Municipalidad de Aldea San Antonio.

Como cada año, la fiesta fue también un espacio para compartir experiencias concretas de diaconía. Las comunidades, catequistas y proyectos diacónicos de la CESA montaron stands que permitieron visibilizar la diversidad de acciones que se realizan con amor, compromiso y vocación transformadora. También participaron la Red Ecuménica de Educación Teológica (REET), el Programa de Voluntariado de la IERP y la Fundación Protestante Hora de Obrar, que acompañó el proceso de organización de la jornada a través de su Programa Diaconía Comunitaria, en articulación con el diácono Mg. Martín Elsesser y el pastor Lic. Jorge Weishein.

La propuesta de este año tuvo como eje convocante la música: cada comunidad u obra eligió una canción que las representara, compartiendo el sentido que esa canción tiene para su historia y su fe. Así, entre testimonios, cantos y emociones, se fue tejiendo una jornada esperanzadora, donde resonó la certeza de que “lo que cuenta es la fe, una fe activa por medio del amor” (Gálatas 5,6).

La Fundación agradece especialmente a la comisión local de Aldea San Antonio por su hospitalidad y a la mesa de diaconía por su compromiso en tiempos difíciles. Frente a contextos de violencia e indiferencia, seguir apostando a la comunidad, al encuentro y al servicio es un acto profundamente espiritual y transformador.

Pastoras de la IELU y la IERP comparten herramientas para enfrentar fundamentalismos en las iglesias

En el Centro Emmanuel de Colonia Valdense (Uruguay), pastoras de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) y de la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU) se reunieron para compartir y reflexionar juntas en torno a los desafíos del ministerio pastoral frente a la expansión de los discursos fundamentalistas y las tensiones en torno al poder dentro de las iglesias.
Fotografía: FLM

El cuarto encuentro de ministras, apoyado por la Federación Luterana Mundial, reunió a 17 pastoras de ambas iglesias, además de invitadas especiales de la región. Dando lugar a reflexiones acerca de cómo los fundamentalismos contemporáneos afectan no solo a las comunidades de fe, sino también a las trayectorias personales y ministeriales de las mujeres pastoras. En palabras de la pastora Mariela Pereyra, presidenta de la IELU, “se siente un retroceso en la visibilización y en la voz de las mujeres en los diferentes ministerios, porque el contexto de los fundamentalismos afecta también a las iglesias y a las ministras”.

En este marco, se desarrolló un taller en el que se presentó el material ¿Será de Dios?, un argumentario teológico y mapeo de insumos para abordar la justicia de género en clave latinoamericana. El material propone una aproximación accesible y contextual al vínculo entre fe y género, dirigida a comunidades religiosas, liderazgos y personas comprometidas con la temática. La actividad, coordinada por el pastor Jorge Weishein, responsable de proyectos de la Fundación Protestante Hora de Obrar, junto con Gloria Pua Ulloa del Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI), dio lugar a un intercambio profundo de percepciones y experiencias, facilitando conversaciones sobre el ejercicio del ministerio desde una perspectiva crítica, pastoral y situada. 

Coincidiendo con el aniversario de los 10 años del primer «Ni Una Menos», el encuentro puso en evidencia la necesidad de seguir tejiendo redes entre iglesias, territorios y liderazgos que, desde su práctica cotidiana, sostienen la posibilidad de una pastoral más justa, abierta y transformadora.

A un año de la campaña de emergencia alimentaria: el hambre no cesa

Hace un año, desde la Fundación Protestante Hora de Obrar lanzamos una campaña para acompañar a cientos de familias que atraviesan una situación crítica en el acceso a los alimentos. Hoy, con enorme gratitud, queremos compartir lo que esta red de solidaridad ha logrado y renovar el llamado: la emergencia continúa, y el invierno golpea más fuerte que nunca. Apoyá con tu donación a los 14 centros comunitarios que alimentan a más de 1000 personas.

Gracias al compromiso de 86 personas, y a donaciones de empresas e instituciones, que dijeron al llamado, en este primer año logramos reunir más de 27 millones de pesos y distribuir más de 10 toneladas de alimentos. Este esfuerzo colectivo es una señal clara de que nuestras comunidades no son indiferentes al dolor ajeno. Pero también es un recordatorio: el hambre no se terminó, la emergencia continúa y el invierno no espera.

Fe que se cocina en las ollas

Una de las experiencias más conmovedoras de este año ha sido la que se vive cada semana en la Congregación Evangélica Alemana de Rosario, donde la comunidad entrega 100 viandas los martes y 80 los sábados en la terminal de ómnibus. Allí, cientas de personas reciben no solo un plato de comida, sino también una palabra, una escucha, un abrazo.

“Yo sentía que mi fe estaba incompleta hasta que empezamos con estas acciones. Ahora siento que me encuentro con Dios allí, entre las ollas y entre quienes reciben una ración de alimento que les permite irse a dormir con algo en la panza”, cuenta uno de los jóvenes que forma parte del dispositivo.

Un llamado al corazón de nuestras comunidades

Sabemos que los tiempos son difíciles para todas las familias, pero aún más para quienes no tienen garantizada una comida diaria. Por eso, invitamos a las congregaciones, comunidades de fe y personas solidarias a renovar el compromiso con esta campaña. Sigamos a Jesús multiplicando panes. Tu ayuda puede marcar una diferencia concreta en la vida de más de 1.000 personas —niños, niñas, jóvenes y adultos— que siguen necesitando reforzar su alimentación.

👉 Doná o compartí el enlace con quienes puedan sumarse:
🔗 https://donaronline.org/fundacion-hora-de-obrar/asistencia-alimentaria

Este invierno, volvamos a ser abrigo y alimento. Sigamos haciendo de la diaconía una forma viva de nuestra fe, una fe que se expresa con las manos, con la mesa compartida, con el pan repartido con amor y solidaridad.